Sintió que necesitaba guiar por la estepa a sus hermanos.
El sabio le dijo en la oscuridad de la celda:si has de conducir humanos condúcete primero a ti mismo.
Un rayo cruzó por la estepa.
El hombre desoyó el mensaje del ermitaño porque no tenía fuerzas para ser feliz.
Sus hermanos ruedan infelices en los campos del dolor.
!Carajo¡-se lo advertí -gritó hacia el horizonte el sabio solitario.
(Gracias Claudia.Tienes alma política)